Receta de ligeros y aromáticos buñuelos de viento, de esos dulces que entran solos a cualquier hora. A mí me encantan con un toque de anís, igual que los buñuelos de cuaresma.
Todos los buñuelos se basan en una masa choux, variando ligeramente las proporciones de harina/líquido/mantequilla en función de la consistencia que necesitemos. La masa de buñuelos cuesta de hacer las primeras veces, en especial si queremos ahorrarnos algún paso, pero después siempre salen a la primera. Sigue las instrucciones al pie de la letra y verás como disfrutas con estos ricos buñuelos de viento
Ingredientes:
- 125 ml de agua o de leche
- 40 gr. azúcar
- 50 gr mantequilla
- Pizca de sal
- 75 gr. de harina de trigo, preferentemente de repostería
- 1 tira de piel de limón
- 1 anís estrellado (opcional)
- 2 huevos L
- Abundante aceite de girasol para ferir los buñuelos
- Azúcar para rebozar los buñuelos de viento
Preparación:
- En un cazo ponemos a calentar lentamente el agua o leche, la mantequilla, el azúcar y una pizca de sal junto con la piel de limón y el anís estrellado. Lo llevaremos a ebullición a fuego medio para que infusiones y coja esos matices al limón y al anís.
- Cuando empiece a hervir, le quitamos los aromáticos y lo retiramos del fuego. Le añadimos la harina tamizada de golpe. Es muy importante haber tamizado la harina (pasar por un colador para quitar cualquier grupo y airear) y que se eche de golpe.
- Trabajar la masa con una espátula hasta que quede totalmente homogénea y sin grumos.
- Dejar enfriar unos 10-15 minutos alejado de cualquier fuente de calor y removiendo de vez en cuando. La intención de esto, es que evapore al máximo el agua de la masa para posteriormente absorber mejor el huevo.
- Una vez atemperado (que se pueda tocar bien con las manos), añadiremos los huevos bien batidos poco a poco mientras trabajamos la masa con la espátula. Veremos que poco a poco la masa absorbe todo el huevo.
- Cuando la masa choux de los buñuelos de viento esté bien homogénea, la dejamos reposar en nevera un mínimo de 15-30 minutos.
- Freír poco a poco con la ayuda de 2 cucharas pequeñas porciones de masa en abundante aceite de girasol a una temperatura media/alta (aprox. 7/10). La cantidad de masa será aproximadamente la de una nuez. No os preocupéis por la forma, conforme se fríen, se van hinchando y «bailando» en el aceite. Con la ayuda de la espumadera, vamos removiendo ligeramente ayudándoles a darse la vuelta y tener un tostado uniforme.
- Una vez fritos los pasamos a un plato con papel absorbente para eliminar el sobrante de aceite, y opcionalmente, una vez atemperados, les echamos unas gotas de anís por encima. Luego los rebozamos en azúcar y LISTO !!! Ya tenemos unos cuantos buñuelos de viento para degustar.